Cómo limpiar las perlas, cuidando tus joyas

Para muchas de nosotras, usar joyas es una parte esencial de la preparación en la que los collares y las pulseras, los anillos y los gemelos son elementos básicos de un look acabado.

Ya sea que se usen por razones sentimentales, simbólicas o puramente estéticas, los accesorios pueden ser una forma sutil de expresar partes de tu identidad y personalidad, al tiempo que ayudan a construir y elevar el estilo personal propio.

Aunque algunas joyas de fantasía se compran y se tiran después de usarlas una sola vez, las piezas de inversión, como nuestras perlas Majorica, se pueden usar durante toda la vida si se cuidan correctamente.

En este artículo exploraremos por qué el cuidado de las joyas es tan importante y discutiremos las mejores prácticas cuando se trata de mantener la belleza única de las perlas orgánicas artesanales. Te enseñaremos los consejos básicos para limpiar tu collar de perlas, o cualquiera que sea la joya con perlas de Majorica.

Sigue leyendo para descubrir cómo limpiar tus perlas correctamente y descubre nuestros consejos sobre cómo mantener tus joyas de perlas Majorica con el mejor aspecto posible.

Limpiamos nuestras casas, automóviles y ropa, entonces, ¿por qué tanta gente se olvida de limpiar sus joyas?

La naturaleza inherente de las joyas significa que se usan, por lo general, en estrecho contacto con la piel durante semanas, meses y, a veces, incluso años. Esto significa que puede acumular una cantidad significativa de suciedad a medida que pasa el tiempo, lo que no siempre es visible.

Además de verse sucio y restarle valor a la belleza que lo atrajo a las joyas en primer lugar, también puede ser bastante dañino ya que puede atraer bacterias y gérmenes que pueden ser dañinos tanto para ti como para las joyas.

Mientras que limpiar y pulir las joyas las mantiene libres de bacterias o suciedad no deseadas, también las restaura a su antiguo esplendor y mantiene tus piezas favoritas con el mejor aspecto. Cuando usas algo todos los días, es muy fácil acostumbrarse y olvidar cómo se veía originalmente.

Sin una limpieza regular, las piedras pueden perder su brillo, la plata se oxida y el diseño en general puede terminar luciendo bastante aburrido.

Esto significa que si usas tus perlas con frecuencia, es beneficioso tener una rutina de limpieza regular.

Aunque las perlas tienen el potencial de durar décadas, son bastante únicas en su estructura ya que son alcalinas, lo que las hace muy vulnerables a ciertos químicos.

Como tal, es mejor un enfoque más simple para su mantenimiento, en el que el agua tibia con jabón o un paño húmedo funcionan mejor.

Primero, limpia suavemente las perlas con delicadeza, asegurándote de apuntar a las áreas difíciles de alcanzar que requieren atención.

Una vez que se hayan enjuagado cuidadosamente, extiéndelas sobre una toalla para que se sequen al aire y evita usar calor. Una vez que se ha comprobado que no queda agua en ellas, se deben limpiar cuidadosamente con un paño de algodón suave o una gamuza. Esto puede ayudar a eliminar la suciedad, al tiempo que mejora su brillo natural y restaura su famoso atractivo iridiscente.

Si tus perlas están en un collar, asegúrate de que esté totalmente seco antes de usarlas, ya que la humedad puede hacer que se estiren.

Como con muchas cosas en la vida, ¡más vale prevenir que curar!

Aunque puede ser difícil proteger completamente las perlas de cualquier daño, una manera simple pero efectiva de ayudar a garantizar su longevidad es almacenándolas correctamente. Las perlas son muy suaves, lo que significa que se pueden rayar fácilmente. Por lo tanto, deben protegerse del contacto con objetos más duros como metal o piedras más duras y manipularse con cuidado.

Cuando no se usan, las perlas deben almacenarse idealmente en una bolsa de tela o envueltas en un paño suave. Una vez hecho esto, coloca tus perlas en un joyero seguro o guárdalas en un recipiente que esté en un lugar seguro. Esto las protegerá de cualquier rasguño y los mantendrá libres de partículas de polvo.

También vale la pena recordar que las perlas son en parte agua, lo que significa que mantener la humedad puede ayudar a la estabilidad de la perla. Demasiado calor de la luz intensa, las fuentes de calor o la luz solar puede provocar decoloración e incluso grietas en la superficie.

Como tal, es importante mantenerlas alejados del calor excesivo, la luz solar directa y los ambientes excesivamente secos.

Como se mencionó anteriormente, las perlas son alcalinas, lo que las hace especialmente vulnerables a ciertos químicos que pueden dañar las perlas.

Esto significa que debes tener cuidado con la forma en que los usas y nunca usar detergentes de limpieza fuertes en ellas. Por ejemplo, ciertos perfumes tienen la capacidad de erosionar o dañar la capa exterior de la perla, mientras que las salpicaduras de sustancias fuertes como la lejía, el quitaesmalte, el detergente e incluso algunos alimentos pueden manchar y afectar negativamente la apariencia y la longevidad de tu joya. .

Por lo tanto, vale la pena saber cuándo usar perlas y tomar precauciones para protegerlas de cualquier sustancia potencialmente dañina.

Desde delicados collares de perlas y pendientes de perlas clásicos, hasta pulseras, anillos y colgantes contemporáneos, tenemos años de experiencia en la creación de piezas de joyería únicas que resaltan la impresionante belleza de las perlas.

Con una garantía de 10 años en todos nuestros productos, puede estar segura de que cualquier pieza en la que inviertas, te durará muchos años y será el accesorio que te ayude a superar algunos de los hitos más memorables de la vida.

Del mismo modo que para recuperar el brillo de las perlas, utilizamos un paño con agua y unas gotas de jabón. El jabón tiene que ser suave y sin fragancia para no dañar la perla. Una vez hemos frotado todas las perlas, utilizaremos un paño húmedo para quitar los restos de jabón, y a continuación otro seco para conseguir que las joyas queden como nuevas.